Cuando Lucy se entera de que Artie, su encantador e infiel marido, se está muriendo, regresa a su casa, coge la agenda de teléfonos de él – que nunca se había animado a abrir – y decide no pasar por ese trance sola. Después de todo, las amantes de Artie estuvieron a su lado en los buenos momentos. ¿Es justo que en los malos le toque sólo a ella acompañarlo?.
Pero cuando telefonea a las mujeres de la agenda de Artie y las invita a que vayan a verlo para despedirse, lo último que espera es que se presenten.
Sin embargo, una tras otra acuden a la cita: la que lo odia, la que le debe la vida, la que se convirtió en lesbiana por él, y la que él enseñó a bailar. Y también, un visitante con la historia más extraña de todas.
A medida que las mujeres comparten secretos y lágrimas, descubren que tienen muchas cosas en común, e incluso empiezan a sentirse parte de algo parecido a una familia. Pero Lucy está segura de una cosa: las mayores sorpresas todavía no han llegado...
Sorpresa es lo que ha supuesto para mi la lectura de este libro. En realidad, no sabría como definirlo. De una situación dramática, cómo son los últimos días de una persona, surgen una serie de situaciones cómicas que llegan a ser, incluso, un tanto surrealistas.
Lucy es una auditora de cuentas, socia en su empresa. Con un trabajo que la satisface y una buena posición económica y profesional. Después de cuatro años de matrimonio, con un hombre dieciocho años mayor que ella, descubre que éste le ha sido infiel en varias ocasiones; por lo que opta por una especie de retirada y durante seis meses acepta todas aquellas auditorias que la alejan de su casa, viajando por el todo el país hasta que la enfermedad de su aún esposo la hace volver a casa. Es una mujer resentida por la traición del hombre que amaba e incluso estando él en su lecho de muerte, no es capaz de perdonarlo.
No obstante, en parte obligada por su madre (personaje extraordinario), se queda en casa para cuidarlo. Aunque en un momento de ofuscación, provocado por la bebida, empieza a llamar a las amantes y ex amantes de su marido para que la ayuden a ocuparse de él.
A partir de este momento, empiezan a desfilar por su casa una serie casi interminable y un tanto exagerada, de mujeres, que vienen a despedirse de Artie. Algunas resentidas, otras afectuosas, unas cuantas bien dispuestas y varias agradecidas. Todo esto provoca una serie de situaciones surrealistas, muy divertidas y extrañas. Tanto es así, que Eloise, una de las primeras en aparecer por la puerta, se hace cargo de la situación y empieza a dar citas para organizar correctamente las visitas al moribundo Artie; mientras la madre de Lucy hace galletas...
Artie, el protagonista, no sé si involuntario, de todo este desfile femenino se ve enfrentado de alguna manera a su vida a través de las mujeres que le visitan; aunque todo su afán es conseguir el perdón y el amor de su esposa. Es un hombre hecho a sí mismo, empresario de éxito, que no ha podido evitar seducir a cuanta fémina se ha cruzado por su camino. Las hay de todas las edades, estilos, nivel cultural y social. Realmente no es fácil sentir compasión por un moribundo que se ha pasado la vida de una mujer a otra, aunque la autora, por momentos, consigue que sientas pena por él.
En esta historia, no sólo Lucy y Artie tienen protagonismo, quizás lo más importante sean las relaciones que se establecen gracias a esta extraña situación. Teniendo especial importancia, la madre de Lucy, Eloise, Elspa y John (de quien no hablaré para no desvelar su participación en la historia).
Finalmente, se crea una nueva familia basada en el amor, la sinceridad y la honestidad. Hay también perdón y redención para todos. Cada uno de ellos encuentra su lugar y soluciona aquellas situaciones que les impedían avanzar.
A pesar de parecerme una historia surrealista y exagerada, lo cierto es que he disfrutado de su lectura porque me he reído mucho. Bridget Asher hace gala de un lenguaje ágil y fluido, por momentos con una gran ironía, y en otros emotivo y conmovedor. El final me parece un tanto forzado pero adecuado.
Por otro lado, reconozco que me ha influido el hecho de que en la contraportada del libro nos informan que los derechos cinematográficos han sido adquiridos por el productor Kevin Mischner y Julia Roberts protagonizará el papel principal. Eso ha hecho que leyese “Las Amantes de mi Marido” imaginándolo como una película. Lo que aún no sé si es bueno o malo, por un lado me ha facilitado el leer como si estuviese viendo una película y por otro, no podía dejar de imaginar quienes serían los actores que representarían el resto de papeles; lo que me ha restado cierta libertad en la lectura. De todas formas, lo que sí tengo claro, es que cuando la estrenen estaré en el cine porque probablemente será una comedia digna de ver (si la hacen bien, claro), al menos creo que las risas estarán aseguradas.
“Las Amantes de mi Marido” es un libro muy recomendable si el lector desea pasar un rato divertido y hacia el final conmovedor. Eso sí, una ha de tener una mentalidad abierta para comprender la historia, realmente no me imagino a una española recibiendo en su casa una lista interminable de amantes mientras les ofrece galletas y café. Y me imagino, menos todavía, a la suegra del “infiel” cocinando para ellas....
Es cierto un gran libro y grandioso final
ResponderEliminarAun no lo acabo de leer voy casi llegando a la mitad pero la verdad lo recomiendo esta muy interesante y emocionante es como si tu te metieras en la historia :D
ResponderEliminaralguien que me lo venda usado? no lo encuentro en las librerias
ResponderEliminar¿Has preguntado en la Editorial o en alguna librería on-line? En el margen derecho de mi blog está el link a Libros Navlan, a lo mejor ahi lo tienen.
ResponderEliminarPor aqui no sé si habrá alguien que lo venda.
También tienes los foros de las páginas de romántica que suelen tener secciones de compra-venta de libros.
Espero que tengas suerte y lo encuentres.