¿Hasta
dónde estarías dispuesta a llegar para conocer los límites del
placer?
Para
la autora de novela erótica Dylan Ivory, el control lo es todo.
Dylan creció en un hogar caótico y siempre con la responsabilidad
de cuidar a su hermano menor... hasta el día en que este falleció
víctima de un accidente de moto. Desde entonces, ella ha llevado una
vida organizada y segura, estable, sin riesgos. Hasta que se topa con
Alec, un hombre que es todo lo contrario a ella.... pero que es todo
lo que realmente querría ser.
Alec
Walker es un escritor de thrillers psicológicos y un hombre que vive
al límite. Las motos, el snowboard, nadar entre tiburones, nada es
demasiado arriesgado ni demasiado peligroso para él. Y ese riesgo
también se extiende a sus gustos en el dormitorio.
Alec
encuentra el placer en la dominación y es en su club de BDSM donde
da rienda suelta a sus deseos. Lo único que verdaderamente teme es
enamorarse. El amor y que alguien llegue realmente a conocerle...
He
de confesar que con este libro tengo sentimientos encontrados. Por un
lado, lo leí de un tirón, en un solo día, un domingo de esos
tontos y lluviosos de mantita y sofá. La primera parte del libro me
gustó porque la protagonista se muestra como una mujer liberal,
abierta y muy consciente de su sexualidad. Al fin, en una novela de
este tipo, nos encontramos con una mujer segura de si misma, fuerte,
inteligente y dispuesta a experimentar y disfrutar.
Por
otro lado, está Alec Walker que, como no podía ser de otra manera,
es un hombre muy atractivo, inteligente, aventurero y dominante.
Pero, afortunadamente, sólo es dominante en el sexo y siempre y
cuando su pareja esté de acuerdo. Trata a Dylan en un plano de
igualdad, es amable y comprensivo.
Ambos
se sienten intensamente atraídos el uno por el otro desde el mismo
momento en que se conocen y descubren que tienen muchas cosas en
común. No sólo porque los dos son escritores, sino porque tienen
intereses comunes como el arte o la cultura oriental. Son reservados,
solitarios y abiertos a nuevas experiencias sexuales y sensuales.
Dylan
está investigando el BDSM para su nueva novela y eso es lo que la
lleva hasta Alec, aunque nunca había experimentado con el tema de la
dominación/sumisión, se muestra dispuesta a probar principalmente
por la profunda atracción que siente por Alec. Ella es una mujer
extremadamente controladora y siempre pensó que sería la dominante;
pero Alec le muestra que en realidad es una “sumisa”
(¡cómo no!). Ahi inician una relación que les llevará a intensas
experiencias sexuales y, por supuesto al amor; a pesar de que
inicialmente los dos se niegan este sentimiento principalmente por
culpa de su madre en el caso de ella y de su padre en el caso de él
(y Freud se haría millonario con estos dos).
¿Y
por qué tengo sentimientos encontrados? Bueno, aunque la primera
parte del libro me parece que está realmente bien porque es
interesante, los personajes están bien desarrollados y la historia
“promete” algo diferente a la moda imperante (léase Grey, aunque
este libro se publicó en inglés antes que las famosa sombras),
finalmente descubrimos a una Dylan neurótica y traumatizada,
repetitiva en sus problemas de control y en sus trágicas
experiencias infantiles con una madre bipolar y el fallecimiento
prematuro de su hermano. Y en cuanto a Alec, aún siendo mejor
personaje que Dylan, finalmente esas experiencias de BDSM prometidas,
se limitan a un montón de azotes en el trasero (pobre mujer, no sé
ni cómo se podía sentar) y poco más.
La
autora abusa de los traumas de Dylan, de las tazas de té, de “se
mordió el labio” (si yo me muerdo tanto el labio seguro que me
sangra), de los azotes (¡ay! si al final hasta me dolía a mi) y de
los orgasmo tras orgasmo de la joven escritora (afortunada ella).
Sinceramente,
estoy un poco hasta el moño de toda esta moda, como si las mujeres
hubiéramos descubierto el erotismo con Grey y similares cuando hace
ya muchos años que las mujeres quemamos los sujetadores y sí,
también sabíamos de la existencia del BDSM. Por favor, si ya en el
Antiguo Egipto se redactaron tratados de sexo....
Por
otro lado, ya me llega a molestar que sea siempre el hombre el
“dominante”, el amo, perpetuando así la superioridad masculina.
Y no hablo de que prefiera hombres débiles y pusilánimes, que creo
que esos no nos gustan a casi ninguna mujer; sino de vivir la
sexualidad en un plano de igualdad (bueno, que cada uno la viva como
quiera, claro), pero realmente por una vez me gustaría ver en un
libro un hombre atado y con los ojos vendados a merced de una mujer.
Lo siento, se ve que en vez de una diosa interior yo debo de llevar
una dominatrix interior....
A
pesar de todo lo dicho y aunque en mi opinión la historia decae en
la segunda parte del libro, se lee fácilmente y se pasa un rato
entretenido. Y por último, una mención especial a la portada, que me ha parecido realmente bonita.
FICHA
TÉCNICA:
Título: “El
límite del placer”
Editorial:
Roca Editorial de Libros, S.L.
ISBN:
978-84-15410-32-4
Género: Romántica
Erótica
Este libro junto con el de Megan Mxwell queria traermelos hoy pa' casita...y nada q no los vi¡¡¡¡argh!!!!!
ResponderEliminarUn bs
Al menos lo has terminado. Yo no pude pasar del capítulo 3 ¬¬
ResponderEliminarJajajajaja Kelly, pues a mi la primera parte sí me gustó; pero después es todo un "bluffffff", esperaba más...
ResponderEliminarMarili, a lo mejor lo puedes comprar en la página de Libros Navlan.
Bueno...ya tenía descartada esta lectura, me confirmo en mi decisión, y eso que el genero erótico me gusta bastante!
ResponderEliminarBicos!!
Hola,
ResponderEliminaruno menos.....merci Trini....
besis
raist/Cris
Hay segunda parte de este libro?? por favor decidme cómo se llama??? está publicado en España?? necesito saberlo!! muchas gracias
ResponderEliminarHola Aroa, la verdad es que no sé si hay segunda parte. Pero déjame que haga unas "averiguaciones" y te lo confirmo en cuanto pueda.
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