Inglaterra está al borde de la Guerra Civil. La joven Portia Worth, sobrina bastarda del Marqués de Granville, es confundida con la hija de éste y raptada por Rufus Decatur, feroz enemigo de Granville y líder de un grupo de insurgentes.
El objetivo de Rufus es apoyar al Rey en contra del Parlamento y al mismo tiempo, vengarse de quienes lo despojaron de sus tierras y de su título nobiliario. Portia comprenderá pronto que es una proscrita, lo mismo que Rufus, y nacerá entre ellos una mutua comprensión que florecerá en un amor sincero y apasionado.
En esta ocasión, Jane Feather nos lleva a la Inglaterra del Siglo XVII, con un argumento poco habitual, intenso e interesante.
La vida de ambos protagonistas está jalonada de desgracias, principalmente por culpa de sus progenitores. No obstante, éstos apenas aparecen en el relato. Las decisiones y comportamientos de sus padres les ha llevado a tener experiencias difíciles que han marcado sus respectivas personalidades y han forjado su carácter.
El padre de Portia Worth es el hermano bastardo del actual Marqués de Grenville. Es pobre, jugador y alcohólico. La joven trabaja muy duramente y lo poco que gana, su padre lo gasta en alcohol. Tiene una vida miserable y difícil, casi sin esperanzas; pero ella tiene un gran corazón y una fortaleza encomiable. Antes de su fallecimiento, Jack Worth escribe a su hermano el Marqués rogándole que cuide de Portia, por lo que ésta se traslada al hogar de su tío. Este hecho marcará su existencia y le llevará a vivir múltiples aventuras y peligros, pero también un gran y apasionado amor.
Rufus Decatour es el hijo del fallecido Conde de Rothbury. Éste se suicidó cuando Rufus sólo tenía 8 años y carga sobre sus pequeños hombros la responsabilidad de cuidar de su madre y de recuperar el condado. Sin duda este hecho deja una huella imborrable en el pequeño. Culpa a Grenville de la muerte de su padre y a lo largo de su vida se preparará muy duramente para vengarse y recuperar sus tierras y su título. Es un hombre amargado, resentido, un guerrero fuerte y despiadado que dirige un pequeño “ejército” de insurgentes.
Una serie de circunstancias y casualidades hacen que Portia termine en el escondite de Rufus. Con dos personalidades tan fuertes, es inevitable que surjan los enfrentamientos, pero también una pasión ardiente y un amor intenso. Son dos almas atormentadas que se comprenden y finalmente Portia abraza la lucha de Rufus y se convierte en una mujer guerrera junto al hombre que ama.
“La Guerrera” me ha parecido una historia intensa y bien contada. La ambientación está muy lograda, tanto es así que hay ocasiones en las que no sólo “ves” los lugares descritos, sino que casi te parece que estás incluso “oliendo” el alcohol, la sangre, la suciedad o la limpieza. Por poner un ejemplo, que a mi me llamó mucho la atención, es que el padre de Portia es repulsivo y casi puedes sentir esa repugnancia, su olor, su deterioro... es casi estremecedor.
Reconozco que no he leído muchos libros de Jane Feather (no más de 5 ó 6) y suelo tener con ella una especie de relación de “amor-odio” porque sus libros no siempre me gustan; pero “La Guerrera” es uno de los mejores libros de esta autora. Por su intensidad, por su forma de contarlo, por la originalidad del argumento... me parece una novela a tener en cuenta.
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