Con su reputación manchada para siempre por una indiscreción de su juventud, la encantadora Emily Faringdon se resigna a una vida de soltería hasta que, envuelta en una insólita correspondencia, acaba por caer en las redes del amor. Las cartas de ese hombre son sensibles e inteligentes y parecen responder a todo lo que Emily había soñado siempre. Pero Simon Augusto Traherne, el misterioso Conde de Blade, no es en verdad lo que parece. Guiado por ardientes pasiones y por un trágico secreto enterrado en lo más profundo de su alma, Blade ha conseguido seducir a todo Londres, excepto a Emily...
Ya he confesado en otras ocasiones que adoro a Amanda Quick. Aunque la base de sus personajes puede tener ciertas similitudes, sus historias siempre me sorprenden y me encandilan; siempre las encuentro originales e interesantes.
Emily Farindong, solterona de 24 años que 5 años atrás sufrió un “Infortunado Incidente” que arruinó sus posibilidades de matrimonio. Pertenece a una familia formada por su padre y sus dos hermanos gemelos a los que todo el mundo llama los “Inconstantes e Irresponsables Farindong”. Vive sola en el campo con la compañía de los criados y de un pequeño grupo de respetables señoras que forman la “Sociedad Literaria Vespertina de los Jueves”. Es una romántica empedernida, lee y escribe largos poemas de amor y tragedias. Pero, al mismo tiempo, es quien se ocupa de la economía familiar, ya que es un genio con las finanzas y las inversiones, todo lo contrario que su padre y hermanos, grandes jugadores y derrochadores. Tiene un corazón bondadoso y una inteligencia excepcional. Posee asimismo una encantadora ingenuidad e inocencia. No obstante, creo que Emily se aferra a su mundo místico para alejarse de la soledad y la realidad de tener una familia insensata (especialmente su padre) que los ha llevado a la ruina en varias ocasiones, hasta que ella asumió la tarea de gestionar la economía de los Farindong a la temprana edad de los 16 años.
Simon Augusto Traherne, Conde de Blade, es un hombre misterioso, peligroso y astuto. Cuando tan solo tenía 13 años encontró a su padre muerto, se acababa de suicidar dejando a su mujer y a su hijo en la más absoluta ruina. Este terrible hecho marcó su vida y su personalidad. Durante 23 años ha diseñado una cruel venganza contra aquellos a quienes considera responsables de la muerte de sus padres y su principal objetivo es Broderick Farindong. Su perverso plan es arruinarlo utilizando a su hija Emily. Con tal motivo inicia una relación epistolar con la joven hablando de poesía y romanticismo. Inevitablemente ella se enamora de este hombre tan sensible y que la comprende tan bien. Cuando Simon lo considera apropiado, se presenta por sorpresa en Little Dippintong, la pequeña localidad donde reside Emily. Él espera encontrarse con una diosa rubia (ya que su familia destaca por su belleza) y se encuentra con un “duende” pequeño y pelirrojo que le hace cambiar sus planes una y otra vez. Con su mezcla de inteligencia e ingenuidad, ella lo desconcierta, lo encandila y, a pesar de su afán de venganza, lo enamora profunda y apasionadamente. Como suele ser habitual, Emily hace que Simon baile al son que ella toca, la diferencia en este caso es que el Conde sabe perfectamente que ella, aun sin pretenderlo, lo lleva por donde quiere.
“Escándalo” es una deliciosa historia de amor. En este caso, además, los diálogos están llenos de una fina ironía que me ha hecho reir en más de una ocasión. Dos personalidades tan distintas encuentran un entendimiento que va más allá de la pasión física, se comunican en un “plano metafísico superior”. Emily es, según las palabras del protagonista “una extraña y refrescante mezcla de inteligencia vivaz y afable inocencia”. Sin duda, el apelativo “duende” le va de maravilla. Simon es oscuro, peligroso y astuto. Ella le llama “dragón” y lo define perfectamente. Es interesante ver como el “dragón” sucumbe ante el “duende”, voluntariamente, y le lleva a una vida de luz y felicidad.
Amanda Quick nos ofrece un relato lleno de diálogos divertidos y una narrativa ágil e interesante, donde nunca falta algún que otro malo para darle más vida al argumento.
En mi opinión es un libro altamente recomendable.
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