Dare North, Marqués de Wolverton, es un espía y un vividor. Aunque ahora frío y calculador, en el pasado había sido un joven enamorado, dispuesto a huir y dejarlo todo por su amada. Pero la traición de ésta lo llevó a alistarse en el ejército y a cerrar para siempre su corazón.
Años más tarde, Dare se ve forzado a recurrir a Julienne, su primer y único amor, para poder atrapar a un misterioso asesino. Julienne no ha olvidado los turbios sucesos que desencadenaron la ruptura, y no puede perdonarle que no dudara ni un instante de su culpabilidad.
El reencuentro de la pareja desatará un mar de pasiones y un peligroso juego de seducción. Juntos descubrirán lo que Dare ha negado toda su vida: que no hay mayor placer que el verdadero amor.
Antes de empezar mi crítica he de confesar que soy una incondicional de Nicole Jordan. Sus libros siempre me enganchan desde la primera página, me gustan sus historias de amor y pasión; y creo sinceramente que es una de las autoras que mejor describen las escenas sensuales. Hay algunas escritoras con las que no soy objetiva porque todo lo que hacen me entusiasma, Virginia Henley, Lisa Kleypas o Amanda Quick... y Nicole Jordan es una de ellas. Con “Placer” concluye la serie de los integrantes de la Liga Fuego del Infierno (Seducción, Pasión, Deseo y Éxtasis). Aunque cada uno de los libros se pueden leer de manera independiente, es interesante leer la serie completa ya que los protagonistas están todos interrelacionados de una u otra manera.
Dare North, Marqués de Wolverton, también conocido como “el Príncipe del Placer”, es uno de los mayores libertinos de Londres. Lleva una vida disoluta entregado al placer y a la diversión. Hemos sabido de él en las anteriores entregas de esta serie y siempre lo hemos visto como un hombre superficial, soltero empedernido y amante experto. En “Deseo”, Lucien Tremayne, Conde de Wycliff y jefe de una de las redes de espías más importantes de Inglaterra, lo “recluta” para que le ayude a encontrar y encarcelar a Lord Caliban, espía y traidor que colabora con Napoleón y causa graves inconvenientes en la encarnizada lucha que se libra contra el Emperador galo. En “Placer” la autora no sólo desarrolla y concluye la persecución del espía traidor, sino que también llegamos a entender el comportamiento actual de Dare (apodo que significa “atrevido”). Siendo muy joven se enamora profundamente de Julienne Laurent, pero una serie de malos entendidos provocados por el detestable abuelo de él, los separan abruptamente y de manera tremendamente dolorosa para ambos. La pérdida de su gran amor lo lleva a una vida dedicada al sexo por el sexo sin entregar nunca su corazón ni su alma. No obstante, se siente hastiado y aburrido de su vida, por lo que la persecución de Lord Caliban supone un reto y un desafío en su vacía vida. Con lo que no contaba Dare es con volver a ver a su amada y aunque no confía en Julienne porque le dejó una herida muy profunda, se ve obligado por Wycliff a colaborar con ella. Esto no sólo los lleva a vivir una serie de aventuras con la guerra contra Napoleón como telón de fondo, sino que finalmente se aclaran los malentendidos que vivieron siete años atrás y que los marcó a ambos de manera tan dolorosa.
Julienne Laurent pertenece a la nobleza francesa, pero debido al “Terror” francés emigró a Inglaterra junto a su madre cuando aún era una niña. Como habían perdido toda la fortuna familiar, su madre y ella se vieron obligadas a trabajar. Con los años, montan una tienda de sombreros y ahí es donde Julienne conoce y se enamora profundamente del Marqués. El abuelo de Dare urde un malicioso plan para separarlos. Por desgracia consigue su objetivo y debido a ello Julienne tiene que marcharse de la localidad porque, entre otras cosas, la acusan de ser espía de Napoleón. No obstante, descubre su gran pasión, el teatro y se convierte en una actriz de talento. Cuando llega a Londres como una gran estrella, vuelve a encontrarse con su primer y único amor. Entre ellos existe gran resentimiento, e incluso odio, pero se ven obligados a trabajar juntos para Lucien Tremayne y como tapadera inventan una apuesta ante toda la sociedad para ver quien de los dos consigue poner de rodillas al otro rendido de amor. Este “juego” de seducción les da la oportunidad de comprobar que entre ellos sigue existiendo una ardiente pasión y un amor indestructible.
Esta es una historia de venganzas, traiciones, resentimiento y dolor; pero, sobre todo, de segundas oportunidades. Desde el principio sientes que Dare y Julienne están hechos el uno para el otro. Nicole Jordan nos ofrece un relato de espías, peligro, sensualidad y amor. Construye un argumento interesante y dinámico, con una descripción de sentimientos emocionante y unas escenas sensuales de infarto. Percibes el dolor y el resentimiento de Dare, la angustia y la soledad de Julienne. Y, por fin, la alegría del amor reencontrado o, como dice la autora, “dos corazones que, por fin, habían llegado al hogar”.
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