Desde que la vió nadar en las aguas frescas y cristalinas de una gruta, Sean O'Toole no pudo olvidar a Emerald. Para la propia joven, la aparición repentina del apuesto irlandés marcó el inicio de una pasión que jamás se apagaría. Sin embargo, el día de su primer encuentro fue también el comienzo de sus desgracias. Lord Montague, el ambicioso padre de Emerald, descubrió entonces que su mujer tenía como amante a Joseph, el hermano de Sean. Lleno de ira la golpeó y la abandonó, llevándose a sus hijos. En su sed de venganza, Lord Montague no tuvo en cuenta los sentimientos de su hija. Emerald deberá elegir entre el amor y el odio mientras dos hombres desesperados se traban en una lucha sin cuartel.
Finales del Siglo XVIII, el contrabando entre Inglaterra e Irlanda es una actividad tan peligrosa como lucrativa en un entorno lleno de riesgos, el amor entre Emerald y Sean deberá ser más fuerte que el odio que une a Lord Montague, padre de la joven, y al propio Sean. Envuelta en una despiadada lucha, Emerald sólo podrá contar con la fuerza de su propio amor para recuperar al hombre que ama. Pero tal vez eso no sea suficiente, pues Sean está dispuesto a todo con tal de llevar a cabo su venganza, incluso utilizar a su bella amante como rehén...
Nos encontramos ante una historia de amor y pasión, pero también de odio y venganza. Sin embargo, si tuviera que definir esta historia en una sola frase, diría que este libro trata sobre la “pérdida de la inocencia”.
A pesar de que Lord Montague, padre de Emerald , es un ser realmente odioso y malvado, ella vive protegida de su iniquidad por los esfuerzos, e incluso sacrificios, de su cariñosa madre, Amber. Gracias a ella Emerald es una joven inocente, vivaz y alegre, ajena a las maldades de su propio progenitor y del mundo.
Sean O'Toole se dedica al contrabando, pero vive rodeado de amor y alegría. Pertenece a una gran familia unida y feliz, en la que destacan especialmente las mujeres FitzGerald (hermanas, tías, sobrinas de su madre), todas ellas especiales, fuertes, algunas extravagantes y siempre divertidas.
En los primeros capítulos, Virginia Henley nos traslada a un mundo casi mágico, con unos protagonistas jóvenes, atractivos y felices. Pero el “cuento de hadas” pronto se acaba, por la relación de Amber con Joseph, hermano de Sean. Aunque se trata de una infidelidad, no se la puede culpar por ello. Su esposo es el ser más despreciable que uno pueda imaginar. Pero todos pagan un alto precio por este amor encubierto. Es el desencadenante de una gran tragedia que asola a los O'Toole, los FitzGerald y los Montague.
Durante años, Sean desarrolla un plan para vengarse de Lord Montague a través de Emerald. Cuando se acerca de nuevo a ella, se encuentra con una sombra de la joven (ahora llamada Enma). Él consigue revivir el espíritu de Emerald con promesas de amor, diversión y libertad. Lo que ella no sabe, es que en el corazón de su amado sólo existe odio. Es un hombre traumatizado y obsesionado con la venganza.
Con su pluma, Virginia Henley hace que sientas la alegría, el amor; también la lujuria y la sensualidad. Con igual eficacia, te sumerge en un mundo de odio, venganza, y desesperación. Realmente llegas a sentir el dolor y la angustia de los personajes. El despreciable Montague logra destruir el espíritu de los protagonistas; pero, como siempre, el Amor es la redención, el bálsamo que cura todas las heridas y que, afortunadamente, nos asegura un final feliz.
Virginia Henley se define a sí misma como una “historiadora que escribe”, así que, como es habitual en ella, describe de manera experta el contexto histórico, el entorno y los ambientes en los que se desarrolla el argumento. Además, relata de manera magistral los sentimientos, sufres con los personajes, odias como ellos y amas con ellos.
Sin duda, Virginia Henley es una de las escritoras imprescindibles y “Revancha de Amor” un libro de cabecera.
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