lunes, 2 de mayo de 2011

"PRINCESA" - Patricia Sutherland


Theresa “Tess” Gibb es una inglesa culta e independiente que vive en Estados Unidos desde hace quince años. La editorial para la que trabaja en Boston, acaba de nombrarla editora de una nueva colección de la que se hará cargo tan pronto regrese de Londres, de visitar a los suyos.

Pero lo que prometía ser poco más que unas cortas vacaciones en familia, se convierte en un viaje que transformará completamente su vida cuando recuerdos del pasado se entremezclan con la familiaridad del entorno y Tess se da cuenta de que lleva años echándolo en falta.

Todo continúa igual que en sus recuerdos, entrañable y a la vez, irremediablemente pasado: su familia, su casa, su barrio, su hermana – eternamente enamorada del vecino de al lado - …

Todo excepto él, Dakota, el vecino de al lado, un anti-héroe por el que Tess se siente inexplicablemente atraída a pesar de ser el amor platónico de su hermana...

Y de ser once años mayor que él.

Sin duda, “Princesa” es una historia diferente, nada que ver con las habituales novelas románticas donde los canallas son en realidad héroes y las heroínas son toda bondad y comprensión. Donde todo, al final es estupendo y maravilloso, los protagonistas son leales, educados, honestos y sin problemas de dinero (porque al final todo se soluciona).

En este caso, Dakota es un antihéroe con todas las de la ley. Es maleducado, descarado, impertinente, carece de elegancia, con escasa formación y sin un penique. Lo curioso del caso, y lo que demuestra la habilidad de la autora, es que seguimos el mismo proceso que la protagonista. Es decir, de un rechazo inicial hacia un hombre con escasas virtudes (al menos visibles) pasamos a encontrarlo atractivo e interesante a medida que pasan las páginas. Y en realidad, ni si quiera sé cómo lo consigue. Lo cierto es que, poco a poco, Dakota va cautivando a Tess, principalmente a través de un cruce de emails y sms, y a través de las palabras su relación se va afianzando y él la va seduciendo con su descaro y su franqueza.

Tess es una mujer de treinta y cinco años, culta, inteligente, independiente; con un importante puesto en una editorial y una brillante carrera profesional, conseguida a base de mucho trabajo y esfuerzo. Durante unas vacaciones en su Londres natal, se da cuenta de que en realidad echa de menos a su familia, su entorno y, en realidad, su vida también; ya que esta se centra casi exclusivamente en su trabajo. En este viaje, coincide con su vecino Scott (Dakota) a quien conoce desde niño y de quien su hermana pequeña está enamorada. Él se siente inmediatamente atraído por ella y hará todo lo posible por conseguirla. El continuo rechazo de ella y los constantes enfrentamientos, no harán sino alimentar sus ganas de seducirla.

Tanto Tess como Dakota viven una serie de cambios en sus vidas que, de alguna manera los acercarán a pesar de las obvias diferencias que los separan. Ella es once años mayor, más culta e inteligente y también con una trayectoria profesional muy superior a la de Scott. Ambos con experiencias de vida completamente diferentes y, en principio, con ningún punto en común; con el añadido, además, de que Abigail, la hermana de Tess, está enamorada de él desde que era una niña. Pero probablemente sea cierto eso de que los polos opuestos se atraen y al final es inevitable que la pasión que sienten el uno por el otro se convierta en amor; a pesar de los obstáculos que sobre todo Tess, se ve obligada a superar.

Como decía al principio, “Princesa” es una historia de amor diferente, interesante, entretenida y recomendable. De todas formas, creo que se le da excesiva importancia a la diferencia de edad entre ellos, probablemente porque lamentablemente en nuestra sociedad aún existen prejuicios en cuanto a que no es habitual ver a una mujer con un hombre mucho más joven. Estamos habituadas a ver, y leer, hombres con mujeres varios años menores, y a nadie le extraña este hecho; pero cuando es a la inversa, surgen las suspicacias. No obstante, me alegra ver que, a pesar de las diferencias, el amor triunfa....
Lo único que ahora me falta, es leer el libro de Abigail. Realmente se merece una novela con una maravillosa historia de amor que le haga olvidar para siempre a su amor platónico. Patricia, ¿para cuándo esta novela?

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